Antofagasta, ¿Es o fue La Perla del Norte?

En pleno siglo 21, y las dificultades existen en temas referentes a la cultura, de esa manera lo demuestran los antofagastinos. Basureros colapsados que interrumpen el paso de los peatones y conductores, perros comiendo alimentos descompuestos en las calles, botellas quebradas y colillas de cigarros en toda su costa respaldan el premio de ser la ciudad con las playas más sucias de Chile según estimó un estudio realizado por biólogos marinos y escolares a lo largo del territorio nacional. Un panorama desalentador que poco respalda el título de la “Perla del Norte” que por años lleva la segunda región.

Fotografía 1 y Texto por Roberto Araya

Son aproximadamente las 3 de la tarde y Laura Huerta espera que pronto se lleven la basura de un contenedor situado frente a su casa que, el cual no podía cerrarse ante la cantidad de
desechos que contenía. De brazos cruzados admiraba como sus vecinos transformaron un simple contenedor en un vertedero, donde arrojaron cualquier tipo de artefacto y utensilios. Desde bicicletas, juguetes de plástico, hasta muñecas viejas que terminaron junto a desechos de comida, y Huerta señala una caja que asegura haber arrojado días. “El retiro inadecuado y tardío de la basura provoca un olor insoportable, esto sin contar la escasa cultura que tienen los antofagastinos, incontables veces veo como personas botan basuras al suelo y no son capaces de retenerlas hasta un basurero cercano”, afirma Laura dueña de una casa a pasos del Hospital Regional.

Las playas antofagastinas no se escapan de la contaminación, una alta concentración de basura por metro cuadrado otorgó a Antofagasta el triste premio de la ciudad con las playas más contaminadas del país, “nunca había estado en una ciudad ni en una playa tan sucia, las personas culpan a los contenedores azules pero en Nuñoa de donde vengo éstos funcionan a la perfección,
las postales de la portada y de las playas que bañan a la perla del norte deben ser falsas o viejas por que aquí lo único que veo es basureros rebalsados de basura”, señala Patricio Marambio, surfista que esta de paso en la ciudad.

“Muchas veces veo como personas botan escombros y animales muertos en el sector ferroviario, a las personas no les importa que esté sucio, crecieron con una mentalidad de que el suelo es un basurero
”, indica Alexis Cortés, poblador del sector Villa Esmeralda situada sobre la línea del tren.

Mientras se buscan los responsables y la razón de que Antofagasta no es reconocida por su belleza como antaño. La Corporación PROA –pro Antofagasta-, no busca culpables y está apostando a educar a las personas, formando una cultura de limpieza en los niños y crear conciencia de los niveles actuales de contaminación en los adultos. A través de los medios audiovisuales intentan captar la atención de la comunidad, entre spots televisivos, radiales y afiches situados en lugares de grandes aglomeraciones intentan que la campaña llamada ''yo la llevo'' tenga resultados positivos. Esta publicidad invita a las personas a botar su basura en los basureros y no al suelo, “en la comunidad de Antofagasta falta cultura de limpieza, la gente es sucia, es por eso que hacen se necesitan más campañas que fortalezcan la cultura de las personas” explica Cristina Yevenes, Directora Ejecutiva de Pro Antofagasta.

Por un lado los ciudadanos colapsan las páginas de Internet reclamando a la Municipalidad por las pocas cartas que toman en el asunto. Mientras que las autoridades se defienden aludiendo a que Antofagasta tiene todo para ser limpia. ''Si tu vas a jardines del sur donde tienen el mismo sistema de recolección de basura ves las calles limpias y si te trasladas al sector norte encuentras un vertedero en cada calle,
a mi parecer es solo cuestión de cultura''.

2 comentarios:

Sebastian dijo...

En lo que caimos :(

SkimPeace dijo...

La cultura y la educación juegan un rol muy importante. Estoy convencido que la solución para mantener Antofagasta limpia como antes no es colocar mas basureros sino que informar a las personas del daño que producen botando desperdicios al suelo.